En su nombre lleva la fuerza, el poder, la elegancia y la sofisticación de una yegua pura sangre con ascendencia nativo americana criada en Ciudad de México y ganadora en múltiples ocasiones de coronas en el Hipódromo de las Américas que llevaba el nombre de Cachava.
Ella fue la inspiración para que los socios de Grupo Carolo crearan este restaurante, el cual, maneja un concepto de interiorismo con detalles de indios nativos americanos piel roja, diseñado por el Estudio 240, un proyecto de diseño multidisciplinario formado por diseñadores e interioristas con mucha experiencia y estilo liderados por Marcela Compeán.
“El diseño es la pausa para la observación, el análisis y al sentir los espacios o imaginar un objeto para crear sensaciones y detalles, que a veces son imprescindibles, pero que crean momentos”. Marcela Compeán.
El mobiliario es de Dupuis, una marca mexicana especializada en muebles y accesorios que mezclan lo tradicional con un toque de sofisticación, representados en diseños contemporáneos que hacen único a cada espacio.
Cachava cuenta con diferentes áreas que dan distintas perspectivas a cada rincón, yo comí en la terraza Tulum, un espacio amplio con techo retráctil y una hermosa fogata horizontal al centro, al entrar verás una barra espectacular en medio del lugar que divide al bar del salón cuerno y arriba hay dos terrazas interiores, Británica y Maya.
Miguel Ángel Dávila es el chef que está detrás de la exquisita cocina de brasa y leña de Cachava, que el mismo la describe como un steak house cosmopolita, “antes de meter los cortes a la parrilla, los ahumamos con leña de encino, la cual le imprime un sabor muy peculiar a la carne”, comenta el chef.
Para abrir el apetito ofrecen una cortesía de aguacate tatemado con cilantro y cebolla morada, para que comiences haciéndote unos taquitos con tortillas sobaqueras.
Luego viene la barra fría, de la cual lo más pedido es el carpaccio de pulpo de chiles y ponzu y el abulón de ensenada rasurado al chipotle, también hay tostadas de callo de hacha y ostión kumamoto por mencionar algunos.
Enseguida deléitate con una ensalada Cachava de lechugas orgánicas, jugo de carne, canelones o arroz meloso de jabalí.
“El 95% del producto con el que trabajo en la cocina es mexicano y llega todos los días fresco al restaurante”, comenta el Miguel.
El chef recomienda, ordenar al centro platillos como los tacos de pork belly, el panucho de cochinita pibil o el chicharrón de rib eye, con la finalidad de que los comensales prueben de todo.
Los platos fuertes también se pueden compartir, hay cortes como picaña, rib eye, cowboy prime rib o porterhouse de res, pero también hay rack de cordero y baby backs de cerdo ahumadas con bbq de habanero. Si quieres algo más sofisticado, entonces ordena un corte de wagyu australiano.
Del mar no pierdas de vista el salmón noruego a la leña de maple, la pesca del día al carbón, los camarones al mojo de ajo o el huachinango frito.
Dirección: Paseo de los Tamarindos 90, Bosques de las Lomas.