Llegar un jueves a Iguala de la Independencia, en Guerrero, implica comenzar a salivar a cada paso con los sabores que emanan de las casas y las cocinas que están preparando un rico pozolito.
Un platillo representativo de las tradiciones culinarias mexicanas que nace en el mismo estado que es cuna de la Independencia y de bandera nacional, por lo que no es casualidad los colores del pozole.
Tipos de pozole
Verde: Preparado con tomates verdes, epazote y pepita de calabaza, se dice que proviene del estado de Guerrero, y en algunos casos se agrega chicharrón de puerco y aguacate para acompañar.
Blanco: Es el más conocido, se prepara con maíz cacahuazintle seco y con parte de la cabeza del puerco, se condimenta con jugo de limón, sal, salsa picante o chile piquín molido, lechuga, rábanos rebanados, cebolla picada y orégano molido.
Rojo: Se cree que proviene del estado de Jalisco, la principal diferencia es que se prepara con chile ancho y chile guajillo. Comúnmente lo comen con cerdo, pero hay quienes lo preparan con pollo o pavo.
Significado e historia
La palabra pozole proviene del náhuatl pozolli, y significa espuma, porque al momento de prepararlo los granos de maíz florecen formando una especie de espuma.
Se cree que este platillo era consumido desde la época de los aztecas. El emperador Moctezuma disfrutaba de un plato de pozole ofrendado al dios Xipe Tótec, señor de la fertilidad y la regeneración del maíz y la guerra.
Origen del jueves pozolero
Una de las historias dice que esta tradición nació en la región montañosa de Guerrero, donde en septiembre, los agricultores recogen la última cosecha de maíz.
Durante esa época el clima no es tan favorable, por lo que no a todos le iba tan bien, entonces se solidarizaban con quienes lo necesitaban reuniéndose los miércoles para compartir los sobrantes en grandes comilonas comunitarias, de esta manera aprovechaban el maíz y no se les echaba a perder.
Dónde disfrutarlo
Aunque en cada esquina puedes disfrutar de este manjar, yo visité Finca Linaloe uno de los restaurantes más tradicionales en Iguala, en donde se puede degustar pozole verde y blanco.
Platique con Francisco García, chef y propietario de este lugar y me dijo que él viene de una familia que ha dedicado su vida a la gastronomía y por ende a él le ha llamado mucho la atención.
Bautizó a su negocio Finca Linaloe porque en Iguala hay un árbol que se llama linaloe del cual se obtiene la corteza para realizar las cajitas de olinala, muy tradicionales guerrerenses, que se usan para guardar lo que quieras; su peculiaridad es que nunca se les va el aroma.
Finca Linaloe tiene ocho años ofreciendo platillos tradicionales como el pozole, tacos y quesadillas doradas de pollo, longaniza, picadillo, pierna o requesón, ahogados en salsa verde; chalupas, tostadas, tamales, por mencionar algunos, y para beber nada mejor que un chilate, una bebida fría originaria de la Costa Chica de Guerrero preparada a partir del cacao, con arroz, canela y azúcar.
Dirección: Ramón Corona 19, Iguala de la Independencia, Guerrero.